El abandono se adueña de sí,
va arrastrando los pasos,
con una mirada baja,
viendo en llanto su porvenir.
Con harapos aspirando ser ropaje,
va rumbo al camino sin fin,
con pies desnudos y descalzos,
en un camino punzante y hondo.
La boca de su estomago,
sin energía pide comida.
¡Nadie asomado a los costados!
La pobre a la deriva,
¡Casi sin vida!, cae varias veces,
no hay nadie a quien culpar,
ni nadie que la pueda levantar.
Ojos caídos del cansancio de luchar,
esperando ser rescatada,
de las fauces del olvido
o la derrota de la muerte.
va arrastrando los pasos,
con una mirada baja,
viendo en llanto su porvenir.
Con harapos aspirando ser ropaje,
va rumbo al camino sin fin,
con pies desnudos y descalzos,
en un camino punzante y hondo.
La boca de su estomago,
sin energía pide comida.
¡Nadie asomado a los costados!
La pobre a la deriva,
¡Casi sin vida!, cae varias veces,
no hay nadie a quien culpar,
ni nadie que la pueda levantar.
Ojos caídos del cansancio de luchar,
esperando ser rescatada,
de las fauces del olvido
o la derrota de la muerte.
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