Como
emprende la luz en su nacimiento
emprende el
amor en su retoñar
no escatima
en despertar en la noche
despertar en
intocables
ni en
veleros de saqueadores ajenos.
En su retoño
no mira preparos
ni se
detiene en efímeros muros
ni en
rostros bravíos agrestes.
No lo
detiene el odio
aunque al
asecho está
en el
costado de su revés.
Como amo
gobierna
en los
rebeldes espacios
de víctimas
que entrevea.
No se le
escapa ni el heraldo
del abismo
mas recóndito
de los
finales de mundos
de los
mundos donde la vida
aún está por llegar.
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