Tu voz echa suspiro
la trajo el viento a mis oídos,
dejando en mi garganta un nido,
empollando palabras húmedas,
que correrán por mi rostro al nacer.
Muy tímidas al principio
pero ya huirán de mi alma,
tan delicada y vulnerable,
ya solo con tu voz hecha suspiro
se ha desvanecido y la veo caer,
en gotitas de sal en mis manos.
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