Cruel realidad que aborda nuestros días,
sociedad absurda rechaza pieles oscuras,
manchando de rencor su corazón dejándolo a oscuras.
Los ven como sombras que se disipan en la acera,
o como esclavos para aumentar su anhelado liderazgo,
más son ellos los que deben ser rechazados,
esos absurdos que hablan de sus ojos claros.
La esperanza aún sobrevive en este cruel presente.
El futuro quizás no sea lo que parece,
quizás se desvanezca y nos deje en la espera
(o en una idea).
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