Saciar mi sed
después de años en el desierto
es lo que has venido a hacer,
convirtiéndote en la semilla
de este árbol que quiere dar frutos,
desvaneciendo las indiferencias
como el polen en el viento.
Eres como el líquido amniótico
que pasa entre las branquias
de este amor que aspira nacer,
aun en turbulencias y remolinos,
¡Espera vencer!
Eres la voz de mis manos
que expresa en letras
lo que hoy siente por ti,
sin pensar en el mañana
o en el presente tal vez.
Este pececito en mi ser
¡Espera nacer!
Eres el abrigo al que tiene frio
y alegría en la melancolía,
eres el alma del que ha nacido
pura y blanca como el paraíso.
Eres la verdad que envuelve
y desaparece a esta mentira alba
de que mi corazón no te querrá.
Engañando a mi moral,
buscando falsas excusas
de sacarte de la avidez de mi sentir,
que sin permiso se fue corriendo tras de ti,
sin extremidades, sin latir,
paseando en lo desconocido
y arriesgándose a lo que no ha visto.
Eres el crucero de
esta náufraga que pide
¡Auxilio!
después de años en el desierto
es lo que has venido a hacer,
convirtiéndote en la semilla
de este árbol que quiere dar frutos,
desvaneciendo las indiferencias
como el polen en el viento.
Eres como el líquido amniótico
que pasa entre las branquias
de este amor que aspira nacer,
aun en turbulencias y remolinos,
¡Espera vencer!
Eres la voz de mis manos
que expresa en letras
lo que hoy siente por ti,
sin pensar en el mañana
o en el presente tal vez.
Este pececito en mi ser
¡Espera nacer!
Eres el abrigo al que tiene frio
y alegría en la melancolía,
eres el alma del que ha nacido
pura y blanca como el paraíso.
Eres la verdad que envuelve
y desaparece a esta mentira alba
de que mi corazón no te querrá.
Engañando a mi moral,
buscando falsas excusas
de sacarte de la avidez de mi sentir,
que sin permiso se fue corriendo tras de ti,
sin extremidades, sin latir,
paseando en lo desconocido
y arriesgándose a lo que no ha visto.
Eres el crucero de
esta náufraga que pide
¡Auxilio!
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